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Mi médico me aconsejó que no estudiara una maestría, no le hice caso

2017 fue un año difícil, tuve algunos problemas de salud, todos mis planes y muchas cosas que daba por hecho se desvanecieron ante mis ojos. Entre estos objetivos estaba estudiar una maestría. Cuando mi médico me dijo que no me lo acobsejaba por la cantidad de estrés y ansiedad que me podía causar el estudio, me sentí muy desmotivada y me sumergí aún más en la depresión que arrastraba como consecuencia de mi salud.


Siempre he e he sentido un poco ansiosa, si no obsesiva, por mi desarrollo profesional. Desde la preparatoria tenía diseñado un plan para mi yo del futuro: graduarme con el mejor promedio, estudiar una carrera, empezar a trabajar, probar varios empleados para ver en dónde me acomodaba mejor, descubrir mi vocación en la vida, practicar nuevos hobbies, dominar un tercer idioma para cuando cumpla 28 años, y, en medio de todo esto, tomar cursos sobre arte, historia y literatura, ahorrar, viajar, experimentar.

Por supuesto estaba abierta a la idea de que algunos de estas metas y plazos cambiarían a medida que avanzaba, pero esperaba que mis planes se vieran más o menos así.


Sin embargo, las cosas no salieron como las planeaba, recibí un golpe que me sacudió y me hizo caer. Todo parecía un sueño, estaba aturdida y no sabía en qué dirección moverme, lo que solía sentirse familiar y seguro ahora se había ido. Me sentía deprimida e insegura.


Llevaba tiempo queriendo hacer una maestría en arte pero por una cosa u otra no lo había hecho. Entonces pensé que era el momento adecuado ya que me haría bien distraer mi mente de lo que estaba pasando. En una de mis consultas médicas le sugerí esto a mi doctor a lo que respondió muy negativamente, me dijo que era una mala idea y me dijo que el estrés y la ansiedad que podría causarme el estudio me afectarían. Ante esta respuesta me sentí muy triste y desmotivada. Me deprimí aún más.

Y así me quedé durante un par de semanas hasta que algo hizo clic dentro de mí y me hizo darme cuenta de que mi médico estaba muy equivocado. No me conocía, no sabía lo que necesitaba mi mente y lo que era mejor para mí. Y este es el problema, muchos médicos tratan sólo a la enfermedad que afecta al cuerpo, al menos el mío así lo hizo, sin reconocer la gran diferencia que la salud mental puede hacer en una recuperación. Entonces, decidí no hacerle caso y hacer lo que me parecía mejor para mi cuerpo y mi mente.


Me inscribí en mi maestría sabiendo que quizás no podría dar el 100% como me hubiera gustado, qué tal vez tendría que faltar a algunas clases debido a citas médicas y tratamientos. Hice un trato conmigo misma sobre no obsesionarme con el estudio y tratar de disfrutarlo.

Y al final resultó que yo sabía lo que era mejor para mí. Después de un año de haber empezado mis estudios me había recuperado, mi mente estaba feliz y estimulada, también estaba lograbdo mis objetivos y ya no me sentía perdida, había recuperado el curso de mi vida. Ah, y me cambie de doctor, busqué un nuevo medico que me viera como una persona integrada de cuerpo y mente y que me apoyara por completo en mis decisiones con respecto a mi bienestar personal.

Con esto no estoy aconsejando que no escuchen a sus médicos cuando dan una instrucción con la que no estamos de acuerdo, lo que estoy tratando de decir es que debemos confiar más en nosotras mismas. ¿Por qué escuchamos a los demás cuando nos dicen lo que es mejor para nosotros en términos de bienestar y desarrollo personal? Si hubiera escuchado a mi médico de antes me habría quedado en mi casa obsesionada con mi salud y las cosas que habia tenido que dejar de hacer, y me encontraría, tal vez, incluso más deprimida que antes.


La decisión correcta para mí fue hacer lo que mi intuición/corazón me decían y encontrar un médico con el que me sintiera más cómoda; pero ese fue mi caso particular.

Debemos aprender a escucharnos a nosotras mismas, lo que necesitan nuestras mentes y cuerpos. En mi caso mi mente tiene un mayor peso sobre mi cuerpo, si mi mente está bien entonces todo es más fácil. Lo sé porque me conozco a mi misma. Me he propuesto como meta llegar a conocerme mejor a través de los años y aprender qué funciona y qué no para mí. Me tomó mucho tiempo pero ahora puedo decir que tengo una gran relación conmigo misma y sé cómo cuidarme (tener con quien hablar, como un terapeuta, ayuda mucho en este camino de autodescubrimiento). Esto se ve diferente para todos, algunas personas necesitan hacer mucho trabajo profundo y silencioso; algunas personas necesitan probar cosas nuevas que las pongan en acción;! otras necesitan planificar cuidadosamente sus días/vidas y tambien hay quienes tienen que aprender a no ser tan obsesivos y dejarse llevar, que, por cierto, es una valiosa lección que aprendí de mi experiencia: ahora no planifico tanto, aprendí a dejar espacio para las sorpresas.

Todavía tengo un boceto de adónde quiero ir y lo que quiero lograr, pero hay mucho espacio para cambios y vueltas.


También me di cuenta de que la relación más importante que puedes tener es contigo misma, porque tu vida depende de ello. No puedes estar bien con el mundo si no estás bien contigo misma, nadie puede cuidarte, solo tú sabes lo que es mejor para ti.

Una gran herramienta para conocernos mejor son nuestros instintos, lo que nos dicen nuestras corazonadas; si algo se siente extraño o no del todo bien, eso significa que no es para nosotros y debemos dejarlo ir (esto no significa que a veces no nos equivoquemos en nuestras decisiones, pero no hay que tener miedo a equivocarnos, siempe podemos corregir el rumbo); así es como aprendemos lo que es bueno o no para nosotras, intentando distintas cosas y viendo cómo nos sentimos con eso.


Así que si tienes una idea de algo que te gustaría lograr empieza poco a poco y analiza cómo te sientes, esto te mostrará el camino.

Se trata de una especie de ensayo de prueba y error pero, cuanto más intentemos, tendremos más información de lo que nos hace sentir bien y una idea más clara de quiénes somos y a dónde queremos llegar.


Mientras me encuentro de pie frente al escudo de mi universidad después de la ceremonia de titulaciones, sostengo en mis manos mi diploma. Esta imagen muestra muy poco de toda la lucha que conllevó este gran logro
Mientras me encuentro de pie frente al escudo de mi universidad después de la ceremonia de titulaciones, sostengo en mis manos mi diploma. Esta imagen muestra muy poco de toda la lucha que conllevó este gran logro

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Comentarios (5)

Felicidades!! Muy lindo todo , gracias!!!🥰🤗❤️👏

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Gracias!!

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Guest
hace 3 d

Muchas gracias!! Que bonito !!!😇🥰

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Guest
hace 3 d

Felicidades!!!!🥳

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I was in tears even before playing the video! Recently started watching Bluey and to be honest I am saviouring every episode, making sure not to rush through them. Luce as a kid would have love it too! Without all the sometimes extreme drama cartoons such as "Candy", "Peline" and the anime series called in Spanish "La Ranita Demetan" displayed. I also remember feeling sad and stressed after watching some of them...But Bluey is so not like that. I am sure this is appreciated by kids and parents equally. Cheers to all healthy, innocent and non invasive copying mechanisms! And thanks for sharing this one! 😍

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