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- Recomendación de película: “Materialists”
Materialists es la más reciente película escrita y dirigida por Celine Song, la misma realizadora de la aclamada Past Lives (2023). Esta vez, Song cambia completamente de registro para explorar con agudeza y elegancia una pregunta incómoda: ¿hasta qué punto el amor está condicionado por el dinero? Poster promocional de la película Materialists de Celine Song Ambientada en el Nueva York contemporáneo, la historia gira en torno a Lucy (Dakota Johnson), una mujer encantadora, práctica y absolutamente consciente del poder que tienen los bienes y el estatus en la vida afectiva. Su mundo de lujo —sostenido por ella misma pero con el objetivo de lograr una relación con un hombre económicamente capaz— se tambalea cuando aparece John (Chris Evans) su exnovio idealista, un actor sin éxito ni estabilidad económica. El triángulo se completa con la llegada de Harry (Pedro Pascal), un hombre rico que representa todo lo que Lucy ha elegido como estrategia de vida. Aunque la película se mueve dentro del género de la comedia romántica, lo hace con un tono sofisticado, casi teatral, que no busca moralejas fáciles ni finales cómodos. Aquí el amor no es un accidente mágico, sino una decisión que se cruza inevitablemente con deseos, ambiciones y miedos. Sin revelar demasiado, lo que Materialists pone sobre la mesa es una reflexión necesaria: ¿es posible separar lo que sentimos de lo que necesitamos? ¿Está mal pensar en el dinero al momento de elegir a alguien? ¿Se puede vivir solo de ideales románticos? La propuesta de Song no juzga, sino que observa. Y lo hace con inteligencia, ironía y un ritmo que atrapa desde los primeros minutos. Días después de verla, la película sigue dando vueltas en la cabeza, no por lo que dice, sino por lo que sugiere. Una película perfecta para pensar y reflexionar sobre el amor, las relaciones modernas y los valores intrínsecos.
- El Exceso de Regalos en los Niños: Cómo Manejarlo de Forma Inteligente
Me impresiona la cantidad de regalos que un niño puede llegar a acumular a lo largo del año. No solo en Navidad, sino también en cumpleaños, el Día del Niño, graduaciones y otras festividades. Entre los regalos de familiares, amigos y las propias tradiciones familiares, los niños pueden terminar con una montaña de juguetes y objetos que, en muchos casos, ni siquiera alcanzan a disfrutar. El exceso de regalos en los niños, sólo causarán que jueguen menos con cada uno de los juguetes, en vez de disfrutarlos al máximo Y es que, aunque recibir regalos es maravilloso, el exceso puede ser contraproducente. Tener demasiadas opciones hace que los niños pierdan interés rápidamente y no valoren lo que tienen. Además, fomenta una cultura de consumismo innecesario. Por eso, quiero compartirte algunos consejos para manejar mejor la cantidad de regalos que reciben los niños sin dejar de hacerlos felices. 1. Limita la cantidad de regalos en Navidad y otras festividades En nuestra familia, por ejemplo, hemos decidido que Santa Claus solo trae un regalo principal, mientras que los Reyes Magos traen algo pequeño. Esto ayuda a evitar el exceso y a que los niños disfruten más lo que reciben. También hablamos con familiares y amigos para pedirles que los regalos no sean demasiado costosos o voluminosos, estableciendo límites razonables. 2. Haz una lista de regalos Una excelente estrategia es crear una lista de deseos en plataformas como Amazon, donde incluyas opciones de juguetes adecuados, libros, ropa o artículos útiles. Así, los familiares pueden escoger algo de la lista y asegurarse de que el regalo será útil y deseado. No tienen que comprarlo en Amazon, pero al menos tienen una guía clara. 3. Opta por regalos útiles No todos los regalos tienen que ser juguetes. También puedes considerar ropa, zapatos, artículos escolares, materiales para hobbies, equipo deportivo o incluso experiencias como clases de música, idiomas o arte. Son obsequios que realmente aportan valor a su desarrollo y crecimiento. 4. Reutiliza y recicla regalos Después de una fiesta de cumpleaños, los niños suelen recibir una cantidad abrumadora de regalos. Si tu hijo es pequeño (menor de cinco años), puedes guardar algunos y usarlos más adelante en otras ocasiones, como Navidad o Reyes. Así evitas el derroche y él seguirá disfrutando de sus regalos en diferentes momentos del año. 5. Enseña a compartir y donar Una buena práctica es implementar la regla de “uno entra, uno sale”. Es decir, por cada nuevo juguete que reciban, donar uno que ya no usen. Esto les ayuda a ser más conscientes del valor de las cosas, evitar la acumulación y, al mismo tiempo, hacer felices a otros niños que lo necesiten. 6. Prioriza calidad sobre cantidad Es mejor que los niños tengan menos juguetes, pero que realmente los usen y les saquen provecho. Muchas veces, cuando tienen demasiadas opciones, terminan abrumados y sin saber con qué jugar. Tener menos, pero mejores juguetes, les permite desarrollar más creatividad e imaginación. 7. Fomenta el valor de los regalos y las experiencias Los regalos no solo deben ser objetos materiales. Las experiencias también cuentan. Un paseo en familia, una visita a un museo, una salida especial o simplemente una tarde de juegos pueden ser más valiosos que cualquier juguete. Lo importante es crear recuerdos felices, más allá de la cantidad de cosas que posean. Al final, cada familia decide qué es lo mejor para sus hijos, pero estos consejos pueden ayudarte a encontrar un equilibrio entre consentirlos y enseñarles a valorar lo que tienen. Lo importante no es la cantidad de regalos, sino el significado detrás de cada uno. Más allá del número de regalos o del valor material de cada uno, lo más importante es enseñarles a los niños que las cosas son solo cosas . Sí, es fundamental cuidar lo que tenemos, porque todo cuesta dinero y esfuerzo, pero el verdadero valor no está en el objeto en sí, sino en lo que hacemos con él. Un juguete no es especial solo porque es nuevo o costoso, sino porque se convierte en el puente para momentos inolvidables: una tarde de juegos en familia, risas compartidas con amigos, o una historia que despierta su imaginación. Lo material no es el fin, sino el medio para crear conexiones, para compartir y disfrutar juntos. Al final del día, lo que más recordarán nuestros hijos no será cuántos regalos recibieron, sino las experiencias y los momentos felices que vivieron con ellos. Porque lo que realmente deja huella no es la cantidad de cosas que poseemos, sino esos instantes que nos llenan el corazón.
- Tips para mamás agobiadas: Cómo lidiar con el burnout cuando no puedes parar
Hay momentos en los que el cansancio te pasa factura. Entre la maternidad, el trabajo, la casa y tus propias responsabilidades, llega un punto en el que el cuerpo y la mente dicen: “ya no puedo más” . Pero ¿qué pasa cuando realmente no puedes darte un respiro largo porque la vida sigue corriendo y hay mil cosas por hacer? Bueno, aquí algunos consejos realistas para sobrellevar esos días de agotamiento extremo sin colapsar en el intento. Recuerda que el burnout no es una señal de que estás fallando, sino de que necesitas parar y recargar energía. 1. Descansa, aunque sea a ratos Sabemos que a veces dormir ocho horas ininterrumpidas es difícil y no siempre es suficiente para recargar pilas al 100, pero hay formas de encontrar pequeños momentos de descanso durante el día. La clave está en liberar tiempo de otras tareas. Por ejemplo, si cocinar te roba mucha energía, considera pedir comida preparada por un par de días. No tendrás que cocinar, ni lavar trastes, ni recoger la cocina, y ese tiempo extra puedes usarlo para sentarte con un café, ver un capítulo de tu serie o simplemente hacer nada. Porque hacer nada también es necesario. 2. No te sientas culpable por descansar Vivimos con la idea de que si no estamos siendo productivas , estamos perdiendo el tiempo. Pero el descanso es parte fundamental de cualquier rutina. Así que si necesitas ver videos en el celular, jugar una partida rápida de tu juego favorito o simplemente cerrar los ojos cinco minutos, hazlo sin remordimientos. 3. Duerme temprano, aunque parezca exagerado El sueño es el mejor remedio para la fatiga extrema. Puede que acostarte a las 8:30 o 9:00 pm suene ridículo, pero créeme, tu cuerpo lo agradecerá. Aunque tengas que renunciar a ver televisión con tu pareja o decir que no a una salida con amigas, prioriza dormir bien por unos días hasta que sientas que tu energía vuelve. 4. Baja la carga mental y no busques la perfección No todo tiene que ser perfecto, especialmente cuando estás agotada. Tal vez esa tarea del trabajo no estará impecable o la casa no brillará como de costumbre. Y no pasa nada. A veces, tratar de dar el 100% cuando estás agotada solo te lleva a sentirte peor. Bajar el ritmo y soltar un poco la presión hará que te recuperes más rápido. 5. Come bien y mantente hidratada El cansancio se agrava cuando no te alimentas bien. Come proteínas, bebe agua y evita los excesos de azúcar que solo te darán una subida de energía momentánea para luego dejarte peor. Si necesitas un empujón, un poquito de café sin azúcar o chocolate oscuro (mínimo 70% cacao) pueden ayudar sin generar el temido crash . También puedes recurrir a snacks fáciles como nueces, almendras, palomitas de maíz o yogurt griego sin azúcar. 6. Usa ropa cómoda y simplifica tu rutina Esos días en los que sientes que no puedes más no son para intentar hacer outfits elaborados ni maquillajes complicados. Opta por ropa cómoda y fácil de usar. Un vestido suelto, unos leggings con una camiseta amplia o cualquier prenda que te haga sentir bien sin esfuerzo. No es el momento de complicarte. 7. Recuerda: es temporal El burnout no dura para siempre. Son solo unos días en los que necesitas bajar el ritmo para volver a sentirte bien. Ignorar las señales de tu cuerpo solo te llevará a sentirte peor, así que date permiso para descansar y reponerte. Y además de todo esto quizás tu burnout esté tratando de decirte que es momento de empezar a planear tu próxima escapada de un par de días para darte tiempo de calidad y cuidado, por ejemplo, ir a ver un concierto de un artista que te guste o ir a ese pueblito mágico que tanto deseas conocer (nada como los viajes para cambia el chip y renovar energías). Y si darte un par de días libres ahora no te es posible, entonces una “stay-cation”, una sesión de cuidado profundo en un spa, una idea al cine en solitario o hasta una mañana en un café leyendo tu libro te ayudarán. Recuerda que el burnout no es una señal de que estás fallando, sino de que necesitas parar y recargar energía. Si no escuchas a tu cuerpo, él se encargará de hacer que lo escuches. Así que permítete descansar, bajar el ritmo y soltar un poco la exigencia. Porque una mamá agotada no puede con todo… y tampoco tiene por qué hacerlo.
- Afortunada soy, pero esto no fue cuestión de suerte
Acompáñame a darle un vistazo al sube y baja de emociones que es migrar, mientras revivo mi proceso a través de anécdotas. A veces me pregunto cómo me perciben otras personas. No me refiero a como me perciben através de este blog, porque creo que aquí soy bastante transparente, pero por ejemplo en medios sociales. “De seguro quedo muy sangrona”, pienso en los días que comparto mis logros, “pues la que-so”. En otros días es más como un: “Tal vez me note muy disociada..”, “Todoooo bien aquí no hay nada que ver!” pienso, en esos días que me siento como el meme del perrito sentado en un cuarto en llamas, intentando mantener la calma. Ya se que a la mayoría nos da cringe ver vídeos o lives de gente llorando en Tik Tok o Instagram, mientras comparten con su círculo virtual los altibajos de la vida, pero también creo que es muy ingenuo pensar que lo que vemos de la vida de los demás en medios sociales es toda la realidad. Finalmente, es común que saquemos conclusiones acerca de la vida de los demás a partir de lo poco o mucho que “muestran” en medios sociales. Pero igual se da en su comunicación verbal o escrita, e incluso en su comunicación no tan explícita. En el contexto de mi vida como migrante, en algún momento recibí comentarios descalificadores de mi esfuerzo, camuflados de piropo: “pues si ha de ser complicado migrar, pero pues tu eres buena aprendiendo idiomas ¿no?”, “Ay! Así que chiste, tu ya hablas Inglés y otros idiomas…difícil si fuera a migrar yo que ni Inglés hablo!” En otro contexto, una amiga me decía “somos opinadores profesionales”, ¡y que razón tiene!Por algún motivo los humanos sentimos la autoridad para opinar sobre la vida de los demás, como un reflejo o instinto. Como una forma de justificar nuestras propias acciones, o hasta de esconder aquello que nosotros mismos vengamos arrastrando. Recientemente logré una meta, en la que estuve trabajando estos últimos 5 años… Recientemente logré una meta, en la que estuve trabajando estos últimos 5 años… La ciudadanía Alemana.El día en que se llevó a cabo el acto formal de recibir mi Einbürgerung subí un par de historias compartiendo con amigos y familia mi logro. Así sin mucho contexto, una foto mía con la carpeta conteniendo los papeles oficiales que tantos desvelos, lágrimas, cansancio, e incertidumbre me costaron. Pensé en no subir nada, en guardarme la alegría, total… para sentirla no hace falta ningún post o story, pero me ganó la emoción. La carpeta adornada con el escudo del gobierno de Landshut, incluía un par de hojas con mi nombramiento oficial como ciudadana Alemana. Eso y una Constitución de bolsillo me fueron otorgadas en una cita que duró una hora. Los días antes dormí poco, pensando en el camino recorrido. Empezar desde cero en el trabajo, también significa ganarse el respeto de los compañeros para quiénes tu currículum o experiencia del país puede no significar gran cosa. Me acordé de mi primer trabajo en Alemania, lo agradecida que estoy porque me hayan contratado a pesar de no tener referencias locales, o experiencia directa. Recordé las muchas veces que en el camión regreso a casa contuve las lágrimas mientras un montón de adolescentes me veían como bicho raro, al tiempo que yo revivía en mi mente los comentarios desacreditadores de mis compañeros de trabajo. Recordé el cansancio y las ganas de meterme a mi cama calientita y ver Netflix, en vez de tener que llegar a casa en invierno, a bañarme a prisa para salir corriendo a mis clases de alemán. Pero también no pude evitar acordarme de las inspiradoras historias de mis compañeros de clase. Gente sumamente trabajadora, que literalmente lo daba todo cada día, para poder darle una mejor vida a su familia, para poder mandar dinero a sus países de origen, para eventualmente conseguir un trabajo mejor pagado. Que bonita es la gente que espera con paciencia a que termine mis oraciones, aun cuando se tarden en entenderme. Aún me queda mucho por aprender, mi nivel de Alemán es intermedio oficialmente, pero al vivir en Bavaria se siente como si fuera menos que eso. Si bien esto puede ser una inseguridad para quiénes estamos en la misma situación, también es una limitante en cuestiones laborales. Me queda claro que en el futuro no muy lejano regresare a la escuela, a seguir aprendiendo este idioma, mientras tanto a mantener mi racha de Duolingo aunque sea. Afortunadamente muchas ofertas de trabajo aceptan Inglés y otras idiomas de la Unión Europea. Como un súcubo, de pronto pensamiento entró a mi mente También me acordé de las mujeres en el supermercado, a quiénes evidentemente les incomodaba mi presencia. Barriéndome con la mirada de arriba a abajo, poniendo los ojos en blanco cuando me escuchaban torpemente hablar en su idioma natal, o cuando incluso me volteaban la cara para negarme el saludo. Como un súcubo, de pronto pensamiento entró a mi mente: “Un papel no te hará pertenecer, no te dará la aceptación de la gente a tu alrededor”, “...para ellos siempre serás una migrante”, “Ahora no eres ni de aquí, ni de allá…”, “Y qué? Vas a contactar a tres países diferentes a ver si puedes armar un fondo de retiro decente con todos los pedazos?”. Bien dicen que luego somos nuestros peores enemigos. Recordé esa vez que una amiguita también migrante, y yo íbamos en el camión, casi solo. Cuando un hombre en silla de ruedas, seguido por dos tipos más, subieron al camión. Los tipos hablaban fuerte y de forma grosera. Uno de ellos se acercó a dónde mi amiga y yo estábamos sentadas y me dijo que levantara porque él quería sentarse justamente dónde yo estaba sentada. Miré a mi alrededor y noté al menos 15 lugares libres en donde él podría sentarse. Intenté ignorarlo, mientras volteaba a ver fijamente al conductor del camión, esperando que él notara que algo andaba mal. El hombre en la silla de ruedas le dijo que nos dejara en paz, así que el tipo desistió. Pensé en las veces que el marido y yo nos imaginamos este momento, de cómo nos reímos pensando qué podríamos hacer para festejar el día que lograra mi ciudadanía: como por ejemplo, comprar el tradicional tazón de cristal que todas las familias alemanas parecen tener. La imagen de mis papás abrazándome y diciéndome lo mucho que me quieren también vino a mi mente. Cada despedida en el aeropuerto tras las visitas mutuas, ese nudo en la garganta después de decirles lo mucho que los admiro, y como los extraño cuando no están cerca. Pensé en mi abuelita, en sus abrazos llenos de vida, de cariño, y amor, diciéndome: “Siempre supe que eras diferente mijita, que tu no querías lo que la mayoría quiere…Yo te llevo aquí” - dijo mientras posaba su palma sobre su pecho. Como dice Bad Bunny en " DtMF", después de "disfrutar esas cosas que extañan los que se van". En esa madrugada de lunes, el reloj indicaba que aún podía cerrar los ojos, relajarme y dormir al menos 5 horas. Entonces empecé a recordar el frío invierno Canadiense, el cansancio en mis piernas tras trabajar de pie por 8 horas, viajar en camión por 40 minutos, y después caminar a casa otros 20 minutos más con temperaturas entre - 1 y -19°C. Suena triste, suena cansado, pero no se sentía así, ¡porque mis papás y mi hermano estaban allí! Ellos tomaban turnos para acompañarme en el trayecto. Aprovechamos el tiempo para platicar, ponernos al día sobre las trivialidades diarias, para imaginarnos el futuro, para acordarnos de nuestra vida en México. Entonces, siendo una migrante, y estando muy lejos de la doble ciudadanía, y al mismo tiempo de una vida “normal en México”, no importaba mi estatus migratorio, porque todo lo importante estaba allí. Definitivamente soy una persona afortunada pensé. Definitivamente soy una persona afortunada pensé. Y a sí, de golpe, ese ente roba sueños se desintegró y salió de mi mente. Sentí el amor de los míos, su cariño, su presencia, y sobre todo su fé en mí. De pronto se hizo muy evidente que tenía que aceptar este logro, que tenía que presentarme al otro día y aceptar la ciudadanía. Apenas íbamos a caber en el carro, el marido y yo, acompañada por la incertidumbre, y sus besties: la ansiedad y el miedo…Pero, también con una de mis aliadas: la esperanza. (Que por cierto hablando de aliadas, también les dediqué un segmento en mi repaso mental a mis amiguitas, que desde México, otros países, o incluso aquí cerquita, me dan vida con sus palabras de aliento. Con sus podcasts, y hasta con reels y memes que me envían. Son como mis madrinas mágicas, ¡en verdad que su apoyo vale oro!) Si imaginamos la carga emocional que traigo encima, como figura de personas, el carro del marido sin duda se vería como carrito de payasos, retacado de pasajeros, uno más incómodo que el otro (así de delulu está la cosa). Esos audios de Whatsapp tienen poderes mágicos ¡lo juro! Esa extraña agrupación de emociones: tristeza, incertidumbre, miedo, esperanza... recibió a una emoción más, la culpa. “Yo acá disfrutando de las muchas ventajas de la vida en Alemania, mientras el tiempo no perdona la vida y la salud de los míos”. Los migrantes que me lean entenderán muy bien a qué me refiero. “Ya estoy aquí, pagando el alto precio (emocional, monetario, y físico) de estar aquí, también debería de disfrutar los frutos de mi trabajo”...Pero ¿qué de verdad es la felicidad si no se comparte? Pienso, mientras una vez más, tomo mi celular y me pongo a cotizar vuelos para visitar el terruño, o para que mis papás vengan a verme. Igual habrá quién pueda pensar que tuve suerte, pero nada de esto es suerte. Todo viene de decisiones, de tomar acción, de pequeños sacrificios (como no disfrutar de las preciadas tardes de verano, por estar en clase o haciendo tarea), y otros mucho más pesados (como el dejar a mi familia atrás). Agradezco todas las oportunidades y alineaciones llamémosle, (que cada vez las veo menos como coincidencias) que me trajeron por estos rumbos. También agradezco a quienes en diferentes partes del proceso estuvieron presentes con su apoyo... Puff! a estas alturas hasta a los escépticos les agradezco, por sus dosis de "realidad", y por no venir a saturar el camino. *Para más memes sobre migrar a Alemania aquí . #LviBlog #Blogger #Expresión #MexicanaMigrante #Mexico #Alemania #Migración #MetasdeVida #TrámitesMigratorios #LebenInDeutschland
- Chiokancib.art: La Entrevista
Les presento a Chio Kancib, una multifacética artista plástica con amplia experiencia en body painting, pintura mural y la docencia artística. LuceBuona: Describe tu proyecto en 5 palabras. Chio: Libertad, amor, colores, diseños y crecimiento. LB: ¿Cómo comienza este proyecto? Chio: Yo creo que empieza con mi familia, cuando estaba chiquilla siempre me dieron la libertad de expresión en mis paredes, en mi cuarto. La verdad es que ya una vez que me separe del cuarto de mi hermana ya pude pintar mi cuarto a mi antojo, y empecé a experimentar con latas y un poco de acrílico. Ya dibujaba con colores en libretas, que es un formato pequeño, y luego empecé a expandirme a parades, ya que estaba en Secundaria o Preparatoria. Posterior a eso empecé a tener introducción a la decoración en algunos eventos de música electrónica. Me empezaron a hablar de algunos restaurantes pequeños para hacer diseños de mandalas que en ese momento yo empecé con eso, me inclinaba mucho hacía las figuras geométricas sagradas. Ahora ya casi no hago mandalas, pero hago casi cualquier tipo de diseño que me pidan y quieran plasmar. Por ejemplo, la historia de una mezcalera, o el deporte favorito para la habitación de un niño. Ya dependiendo del cliente, se hace la petición. Empecé gracias a la libertad que se me dio en casa, siempre fui una persona muy inquieta, y me dejaron expandir esas inquietudes en las paredes de mi cuarto. LB: En la rutina diaria, y a la hora de crear ¿qué te inspira? Chio: Pues mi rutina diaria es el trabajo, soy docente en artes visuales. Este año retome ser maestra de Secundaria, que ya lo había sido también en Preparatoria para otra institución. Aquí en donde trabajo ahora, ya había trabajado por 7 años con alumnos de Primaria. Me inspira mucho porque es una institución en la que yo fui estudiante muchos años atrás. Y me da alegría estar en una institución en dónde tengo muy buenos recuerdos. Amigos que hice, que aunque no los vea mucho, quiero mucho. Me inspiran mis hijas, que también a ellas les gusta mucho el dibujo, el trazo, a mi hija más pequeña también le gusta la pintura. Tengo muchas fuentes de inspiración, que agradezco a cada una de ellas. Como mi trabajo, que ahora trabajo con adolescentes, y me gusta compartir lo que se. Hay una formación, con planeación e investigación previa. En mis momentos libres trabajo en diseños que me hayan encargagado, tomo fotografías del lugar, e intento definir que es lo que quieren plasmar, que muchas veces no lo saben. A veces me dan la libertad de elegir y solo me dicen por ejemplo: quiero unas flores, y haz lo que tu quieras. A mi me gusta mucho eso porque ¡no tengo ni que hacer el boceto! Me insipira mucho cuando me dan la libertad. Colaboración de Chiokancib.art y Mezcal Júrame. LB: A quiénes suenan con emprender, qué les recomendarías? Chio: Que se vale soñar, y se vale fracasar sabes? Porqué puede ser que tengan ese miedo, o bueno al menos yo lo tuve, y creo que muchos hemos pasado por allí... que tenemos miedo de la aceptación del público, en lo que vamos a hacer. Y ¡Oh sorpresa! a veces piensas que no, y es algo que más les gusta. Y bueno mi producto tal vez no sea para todos pero para los que es, allí esta, y de allí arrancas no? El punto es nunca detenerte, no dejar que el miedo te consuma. O que de un fracaso ya te de para abajo. Creo que de lo malo también se aprende, de las criticas constructivas y las que no lo son tanto, se aprende mucho. Todo es un aprendizaje. Por ejemplo, mi campo de trabajo de murales es muy amplio, un mural puede ir en dónde sea y con el tema que quieras, y siempre es un reto. A mi se me complica mucho la figura humana, sobre todo los detalles de cara. Que en formato pequeño lo puedo hacer muy bien, y al momento de hacerlo en gran formato es difícil cil, y luego pienso: "en qué momento se me ocurrió hacer este diseño?", "porqué en la tablet si pude hacerlo?" A veces son cosas que dices: "no ya no quiero", y luego resulta que al cliente le gusta. Creo que a base de errores se aprende. Mi recomendación es que jamás... ¡jamás! tratas de "embonar "con todos, porqué es imposible. Mejor "embonar" contigo mismo, lo que te haga feliz, es lo que vas a hacer. Y lo harás con tanta pasión y amor, que tal vez nunca pienses en dejarlo, sino que solo pienses: "Ah! eso fue solo un tropiezo", y pues ¡síguele para adelante! LB: Compártenos un consejo de estilo personal. Chio: Vaya! una de las cosas que pueden ver en mi página web, es mi gusto y fascinación por los cráneos (las calaveras), y es por mis raíces. Los aztecas, vemos la muerte como parte de la vida. Y me gusta mucho portar calaveras, o estampitas, accesorios. En mi casa curiosamente no tengo pintada ninguna pero quiero hacerlo en mi cuarto. Muchos de mis diseños traen calaveritas. Me encanta el color negro, el blanco, el gris, el azul, son mis colores favoritos. Me considero una persona muy activa, me gusta el fitness. Tengo un estilo estrafalario, a veces yo misma modifico mi ropa, le pinto algo, le agrego, le quito. Un día puedo andar muy sin arreglarme, pero me gusta mucho arreglarme, peinarme, maquillarme... me encanta la elegancia, pero no puedo usar zapatos cómodos por mi trabajo. Si se puede un outfit todo negro y con calaveritas... mejor. Cuando se puede andamos medio "chopper", medio "darks", o casual, enfocada en el negro. Dato curioso, me gusta porta esos colores, pero mis pinturas son muy coloridas. Me gusta sacar colores en otros lados. Mural de Chiokancib.art comisionado para decorar habitación. LB: ¿Algún consejo o tip para las mexicanas y latinas que nos siguen? Chio: Para tus diseños, métele siempre algo Mexicano. No se, empoderate de la parte de la identidad. Ser de México es bien muy bonito. Es algo que a mí me gusta mucho. También viví mucho tiempo fuera de México, anduve dando la vuelta por muchos lados, y siempre traía a México dentro. Hay muchas cosas que solo aquí se encuentran... no digo que en otros lados no las haya, pero cuando uno nace en una tierra, la raíz, la historia que tenemos. No se mucho de historia, pero lo que se me gusta mucho. Un consejo es tratar de proyectar algo de nuestra identidad como mexicanos. También parte de ti, tu identidad propia, ¡lo tuyo-tuyo! Traigo una mezcla muy notoría en los diseños, de mi identidad y lo mío. Trata de siempre tener muy claro siempre de dónde vienes, y que es lo que quieres, para poder crear diseños bonitos, y chulos, creativos, y originales. LB: ¡Muchas gracias Chio por compartirnos sobre tu experiencia, y tus consejos. Vayan a seguir la cuenta de Instagram de Chiokancib.art donde pueden encontrar más de su obra, y hagan el favor de darse una vuela por su sitio web: chiokancib.wixsite.com/profile ¡Mucho éxito Chio! ¿Eres emprendedora y te gustaría compartirnos tu experiencia y productos/servicios? Déjanos un comentario en Instagram o en este post, nos dará gusto leerte. #LviBlog #Creatividad #Expresión #México #MexicanaEmprendedora # Arte #Accessorios #HechoaMano #MujeresApoyándoMujeres #SanLuísPotosí
- Recomendación de Libro: Los Siete Maridos Evelyn Hugo
A veces, un libro llega a nuestras manos en el momento perfecto. Llevaba meses viendo Los Siete Maridos de Evelyn Hugo de Taylor Jenkins Reid en redes sociales, en listas de bestsellers y en recomendaciones de amigas. Había leído antes Daisy Jones & The Six y me había gustado, pero tenía tantos otros libros pendientes que seguía posponiendo este. Hasta que finalmente decidí darle una oportunidad… y me sorprendió muchísimo. A primera vista, la historia parece ser simplemente la vida de una estrella de cine en el Hollywood de los años dorados, con romances, secretos y escándalos. Pero Los Siete Maridos de Evelyn Hugo es mucho más que eso. Es un retrato de una mujer ambiciosa, fuerte y determinada que lucha por su lugar en una industria dominada por hombres, mientras enfrenta prejuicios, sacrificios y decisiones difíciles en su búsqueda del éxito y del amor. Los Siete Maridos de Evelyn Hugo es mucho más que glamour y escándalos: es una historia de ambición, amor y la complejidad de ser mujer. Lo que más me gustó del libro es cómo, a pesar de ser una lectura ligera y entretenida, logra transmitir reflexiones profundas sobre el valor personal, la lucha por los sueños, el precio de la fama y la identidad. Evelyn es un personaje fascinante, lleno de matices, que muestra cómo la vida no siempre es blanco o negro, y cómo cada decisión nos moldea. Y creo que esa es una de las razones por las que Los Siete Maridos de Evelyn Hugo me impactó tanto: porque forma parte de una ola de novelas escritas por mujeres que nos hablan de experiencias femeninas de una forma auténtica y sin filtros. Últimamente he notado que los libros que más me han atrapado en los últimos meses han sido de autoras, y no es casualidad. Me emociona que haya tantas voces femeninas contando historias en las que las mujeres no solo son personajes secundarios o intereses románticos, sino protagonistas complejas, con deseos, ambiciones y luchas propias. Otro aspecto que hace que esta historia sea tan poderosa es cómo presenta un punto de vista femenino que equilibra el empoderamiento con la vulnerabilidad. Evelyn es una mujer que toma el control de su destino, que no teme hacer sacrificios ni desafiar las normas para lograr sus objetivos. Pero, al mismo tiempo, es un personaje profundamente humano, con miedos, heridas y momentos de duda. Su historia nos muestra que la fortaleza no significa ausencia de fragilidad, sino la capacidad de seguir adelante a pesar de ella. Es un retrato honesto y sin idealizaciones de lo que significa ser una mujer en un mundo que muchas veces impone límites, expectativas y juicios. Así que, si aún no has leído este libro, te lo recomiendo muchísimo. Y si estás buscando tu próxima lectura, dale una oportunidad a una autora. Quizás, como a mí, te sorprenda descubrir cuántas historias increíbles hay esperando ser leídas.
- Adiós a los Propósitos Inalcanzables: Disfrutar la Lectura sin Presión
Cada inicio de año trae consigo la emoción de los nuevos comienzos y, con ella, la famosa lista de propósitos. El año pasado, por ejemplo, me habría propuesto leer un libro cada mes porque amo leer. Pero, claro, la vida se interpuso: trabajo, pendientes, casa… Y pronto me di cuenta de que, en lugar de disfrutar la lectura, me frustraba no poder cumplir mi meta. ¿Tú también has sentido que los propósitos rígidos te alejan de lo que disfrutas? Ya está bien entrado el año pero nunca es tarde para rectificar los “propósitos”. Hace poco, hablando con una amiga, me di cuenta de que no era la única. Ella ama pintar, pero durante un tiempo lo convirtió en una tarea estructurada: quería tomar clases, mejorar, incluso convertirlo en algo rentable. Hasta que un día decidió soltar esa presión y simplemente pintar porque lo disfrutaba, sin expectativas. Y ahí entendí algo: yo había convertido la lectura en una meta más que en un placer. Por eso, este año me propuse algo diferente: leer cuando pueda y cuando lo disfrute, sin la culpa de los días en los que no abro un libro. Porque leer no debería ser una tarea más en la lista de pendientes, sino un espacio para nosotras mismas. Si tú también amas leer pero sientes que el tiempo no alcanza, aquí van algunos consejos para integrar la lectura en tu vida de una forma más libre y sin presión: 1. Lleva siempre un libro contigo Aprovecha los momentos de espera: en la fila del súper, en la salida del colegio, mientras esperas en una clase deportiva. Esos minutos suman más de lo que crees. 2. Comparte lecturas con una amiga No como un club de lectura estructurado con fechas y reglas, sino algo más relajado. Lee un libro que tu amiga ya haya leído y luego vayan por un café para comentarlo. Una excusa perfecta para ponerse al día y compartir impresiones. 3. Crea pequeños rituales de lectura Al menos una vez al mes, date un momento especial para leer. Ve a un café con tu libro y disfruta tu bebida favorita mientras lees, aunque sea solo media hora. O después de una caminata, siéntate en un parque y lee bajo un árbol durante 15 minutos. Convertir la lectura en un placer sin presión hace toda la diferencia. 4. No importa cuánto leas, lo importante es que lo disfrutes Al final, la lectura no debería ser una carrera ni una meta con números. Si pasan días sin leer, no pasa nada. El libro seguirá ahí esperándote cuando tengas un momento para sumergirte en sus páginas. 5. Si no tienes mucho tiempo o energía para leer escoge libros fáciles y ligeros . Las novelas de ficción son una excelente opción que, además de entretenerte, te harán volar legos de la realidad y relajarán tu mente Este año, en lugar de ponerte propósitos que solo generan frustración, prueba disfrutar más los pequeños momentos. Porque a veces, soltar la presión es la mejor forma de realmente disfrutar lo que amamos.
- El acto de equilibrio de ser mujer
Nuestras lectoras pueden sentirse identificadas, y muy probablemente añadir mucho más a este caso. Para los lectores masculinos, espero que esto les ayude a comprender lo que diría Madona... "cómo se siente una chica". Me enseñaron a tener buenos modales, pero también a mantenerme a salvo Mi mamá siempre ha ido un paso por delante en la mayoría de las situaciones de la vida, y recuerdo que yo ni siquiera había terminado la escuela primaria cuando ya tenía un montón de lecciones de seguridad entendidas y memorizadas: Observar siempre a la gente que te rodea, si te sigue un hombre por la calle, lo mejor es entrar en una tienda o en un establecimiento donde haya otras mujeres, comprobar siempre el entorno antes de subir al coche, no mantener un contacto visual prolongado con desconocidos; no mostrar lo enfadada que estaba de verdad cada vez que a mi mamá le gritaban groserías y peladeces en la calle delante de nosotros sus hijos, y muchas más. Ya a los 6 años sabía qué tipo de "piropos" eran totalmente inapropiados, y me enfurecía oírlos por la calle. A esa edad, puede que aún me olvidara ocasionalmente de saludar a todos los miembros de mi extensa familia cuando entraba en una reunión familiar y de otros buenos modales enseñados por mis padres, pero ya sabía decir cosas como: "Oye mamá, papá nos recogerá pronto, ¿verdad?" si notaba que alguna compañía masculina no deseada se acercaba a nosotros en la cola del banco o mientras comprábamos en el mercado. A los 14 años ya me negaba a caminar sola a la tienda, no por pereza, sino como respuesta a cuando un tipo que salió de detrás de una esquina, se me acercó y me lamió el cuello. Yo tenía una botella de Coca-Cola de 2 litros y le golpeé con ella mientras le gritaba a todo pulmón. Se quedó petrificado, y luego salió corriendo. En ese momento me juré a mí misma que nunca soportaría ese tipo de comportamiento. Lo que me llevó a abofetear, patear y gritar a cualquier chico que se atreviera a intentar intimidarme o atacarme. Mis padres estaban preocupados por mi seguridad ya que sabían que no me iba a quedar callada, lo cual es realmente triste, pero una realidad en muchos países. Debate público sobre mi aspecto físico De niña, posiblemente con unos 4 o 5 años, una vez oí por casualidad a un familiar decirle a mi madre que estaba "un poco gorda" y que mi cara era demasiado redonda. Al parecer, días después mi mamá me encontró mirándome al espejo y preguntándole si realmente era una niña gorda. Recuerdo que no tenía ni 13 años cuando oí los primeros comentarios desagradables y de índole sexual sobre mi aspecto procedentes de hombres que posiblemente tuvieran 30 años o incluso más. ¿Qué llevaba puesto? algunos se preguntarán, una camiseta de holgada y larga con un estampado de un personaje animado -muy probablemente Snoopy o los Looney Tunes- y unos vaqueros de corte amplio que me además me quedaban grandes. Aun así, aquellos idiotas consiguieron sexualizar aquello. En aquella época llevaba muchas camisetas de tallas grandes, no sólo porque estaba de moda, sino también porque de alguna manera me sentía segura. Como un escudo para esconderme de todo tipo de pervertidos. Posiblemente tendría unos 15 años cuando empezaron a preguntarme por qué llevaba camisetas oversize , y justo en ese momento, se alcanzó un hito horrible... Desde entonces, básicamente hasta ahora, me han preguntado "¿estás embarazada?" como si fuera un sustituto válido de un saludo si alguna vez me veían llevando ropa holgada o que tuviera algo de tela de más. Lamentablemente, tanto mujeres -parientes lejanos- como hombres *cof, cof * amigos lo han hecho. Una situación similar ocurriría con el maquillaje, estoy segura de que muchas mujeres han experimentado esto, las preguntas: "¿estás enferma?", "¿te sientes bien?" en cualquier día que me vieran sin delineador de ojos, pero también recibiendo miradas cuando tenía mi maquillaje a punto... porque "¿a dónde vas de todos modos? o "¿por qué necesitabas maquillarte hoy?". Me enorgullezco de llevar no necesariamente lo que está "de moda", sino las prendas que me gustan y que forman parte de mi estilo, una auténtica forma de expresión. A muchos les parecerá que mi estilo es demasiado extravagante, lo cual me da igual (que cada uno se ocupe de sus asuntos, por favor), ¡pero si me dieran un peso cada vez que alguien hace un comentario no solicitado sobre mi ropa! Como una vez en un trabajo anterior en el que 3 tipos diferentes me preguntaron si no tenía demasiado calor para estar usando un suéter, o el día en que un idiota dijo que mi gorro de lana me hacía ver como si fuera a golpearlo... lo cual podría ser verdad pero no estaría relacionado con el gorro de lana sino con el sujeto mismo. Una vez, mientras estudiaba en la universidad, un tipo mucho mayor al que apenas conocía se me acercó para saludarme y se pasó dos minutos hablando de por qué no debería hacer tanto ejercicio, ya que me veía mejor con algo de grasa en determinadas zonas... ¡Qué atrevimiento! Además, consiguió enfadarse mientras exponía su opinión no solicitada y se hizo el sorprendido cuando rechacé sus comentarios. Sé guapa pero no demasiado sexy, sé inteligente pero no demasiado testaruda Los roles de género se han transmitido durante siglos, y entre las expectativas impuestas a las mujeres, está la de la belleza. En el ámbito del arte se imponía a las mujeres el papel de musas, por lo que se les exigía que fueran guapas, que cuidaran su imagen, su peso, sus palabras, etc. Los roles de género se han transmitido durante siglos, y entre las expectativas impuestas a las mujeres, está la de la belleza. En el ámbito del arte se imponía a las mujeres el papel de musas, por lo que se les exigía que fueran guapas, que cuidaran su imagen, su peso, sus palabras, etc. Dentro de esa expectativa de que las mujeres sean decentes y tengan buen aspecto, viene un límite invisible que varía de una cultura a otra de lo que es aceptable y deseado, y lo que es demasiado revelador, demasiado sexy o demasiado provocativo, porque los hombres son básicamente bestias que no pueden controlarse, de acuerdo con la lógica de estos roles. En ejemplos de la vida cotidiana, se puede ver cómo hay un código de vestimenta para la vida laboral, que de una manera funcional puede tener sentido (llevar bata de laboratorio, usar calzado industrial, usar uniformes médicos etc.), pero en muchos otros contextos, no lo tiene. Estoy seguro de que quienes hayan trabajado alguna vez en el comercio minorista (retail) se sentirán identificados y podrán aportar sus propios ejemplos. En mi corta experiencia en retail me pidieron que llevara los accesorios, la ropa y los zapatos de la marca, lo cual tiene sentido ya que la estás representando, pero lo que nunca tuvo sentido para mí fue que se esperara de mí que subiera escaleras plegables en el almacén, mientras llevaba una ropa "mona" y zapatos de moda -no es la combinación más cómoda como se podrán imaginar-, todo ello implicaba que moviera a una gran velocidad mientras los clientes esperaban para posiblemente hacer una compra. Lo peor era cuando el espeluznante director regional estaba en la ciudad y se deleitaba observando al personal femenino de la tienda, subir y bajar las escaleras plegables. Una vez me explicó cómo debía caminar por la tienda cuando atendía a los clientes, para parecer decidida pero amable y accesible. Básicamente, se espera que llames la atención, ¡pero que Dios nos perdone si te vuelves demasiado intimidante! Esto me recuerda lo que me ocurrió con un tipo con el que salí, que pasó de decir: "Me encanta tener estas charlas y debates contigo", a decirme: "¿siempre tienes que tener una opinión?" en medio de una cena familiar cuando la conversación pública era sobre política y él de pronto se había puesto muy silencioso. El mismo que me sugería que me pusiera algo más bonito cuando salíamos con sus amigos, pero que se enfadaba notablemente cuando pensaba que me quedaba demasiado bien un vestido. Todo lo anterior queda muy resumido en el épico vídeo "Be a Lady They Said", protagonizado por Cynthia Nixon, que resume siglos de expectativas, imposiciones, roles de género y la silenciosa tarea de soportarlos. Llorar es cosa de niñas Independientemente del género con el que te identifiques, esto es degradante. Implica que te llamen niña como etiqueta despectiva, y que te nieguen la capacidad de expresar tus emociones. La imposición de no mostrar tus emociones conduce igualmente a "sé un hombre", "sé un hombre", o "no seas tan emocional", o "eso no es propio de una dama". "What it feels like for a girl" by Madonna Independientemente del género con el que te identifiques, esto es degradante. Implica o que te llamen niña como etiqueta despectiva, o que te nieguen la capacidad de expresar tus emociones. La imposición de no mostrar tus emociones conduce igualmente a "sé un hombre", "sé un hombre", o "no seas tan emocional", o "eso no es propio de una dama". Otra expectativa no tan abiertamente mencionada es la de mostrar sólo las otras emociones específicas que corresponden a tu rol de género. Para muchos, la ternura, la paciencia y la empatía son una buena muestra de feminidad, pero ¿y el descontento y la ira? No, eso no parece cuadrar. Tras las manifestaciones del #8M en México en el 2020, los comentarios inundaron internet tildando a las mujeres de emocionales, demasiado rabiosas, demasiado opinadoras, demasiado en la cara y demasiado violentas. Como si todos estos espectadores y jueces morales no se hubieran dado cuenta de la extrema violencia perpetrada contra las mujeres y de cómo la ley mira sistemáticamente hacia otro lado, dejando el 90% de los crímenes sin resolver. México se está haciendo mundialmente conocido por sus feminicidios -definidos por la Organización Mundial de la Salud como el asesinato intencional de mujeres por el hecho de ser mujeres- con una tasa de crecimiento del 145% desde 2015 . Esta realidad sólo se vuelve más sombría cuanto más se mira, cuando más del 40% de las víctimas de feminicidio en México conocían a su asesino (muchas veces parejas actuales o anteriores, e incluso familiares). * Si tuviera que explicar qué se siente al ser mujer, simplemente utilizaría un videojuego como analogía para explicarlo. "Jugar" a este juego como una persona nacida con vagina es como jugar en el nivel experto. Con menos o muchas veces sin ninguna herramienta ni tecnología en el inventario, sobreviviendo a ataques desde todos los frentes, en los que incluso el fuego amigo de otras mujeres , está permitido, la armadura requiere monedas extra y los puntos de XP son cuestionables. Y si tienes hijos, estás jugando más o menos en el nivel, Dios. Conseguir completar la misión diaria de cuidar de tu familia, sobrevivir a las expectativas y exigencias de la sociedad, mientras tienes el mejor aspecto posible, llevas atuendos incómodos, y te mantienes educada incluso cuando te enfrentas a abusos, o de lo contrario, tu capacidad para permanecer en el juego será cuestionada, y posiblemente incluso extinguida... ¡Ah! y todo esto se hace mientras sangras, amamantas o experimentas sofocos, cambios en las hormonas que convierten a tu personaje en una bruja, además de la posibilidad de ser etiquetada como tal incluso si tus hormonas van bien. La experiencia de vida del juego puede ser la de diversas épocas, la Edad Media, la zona victoriana, hasta el siglo XXI, todo dependiendo del país y estatus social en el que hayas nacido básicamente. Life Game 2023 -Una analogía de cómo se siente ser mujer por LuceBuona Error del Sistema: Empatía no encontrada Con este post, no pretendo hacerme la víctima, ya que no lo soy, ni tirarme al suelo y hacer de esto un concurso de he-sufrido-más. La única intención es hacer un llamamiento a la empatía. Cualquier persona a la que un desconocido haya seguido alguna vez por la calle y le haya llamado la atención sabe que no es sólo lo que ocurre en ese momento lo que resulta tan inquietante, sino también el miedo a no saber si el agresor se detendrá o irá a por más. El actor egipcio Waleed Hammad, confirma el abanico de comentarios que escucha cuando se disfraza de mujer, hasta el miedo a no saber qué le ocurriría cuando un hombre decidiera insinuarsele. Ojalá la humanidad tuviera la buena costumbre de practicar la empatía y consiguiera ponerse en el lugar de los demás. Ojalá los abusadores, depredadores y delincuentes sexuales pudieran sentir en su propia piel el sabor agrio de sus actos. Un grupo de personas hizo algo parecido, identificando a conocidos catcallers en las calles de Lima Perú, disfrazando a sus madres y capturando en cámara cuando ellos también les hacían catcall. Puedes encontrar las imágenes de este experimento social aquí . No estoy segura de si es un montaje o no, ¡pero el propósito es oro! Crear empatía y conciencia de que el acoso callejero no es un cumplido, solo acoso. Ojalá la humanidad tuviera la buena costumbre de practicar la empatía y consiguiera ponerse en el lugar de los demás. Si al leer estas líneas has tenido recuerdos de momentos en los que te faltaron al respeto, te acosaron o te menospreciaron... te creo. Por otro lado, si tampoco has podido evitar recordar momentos en los que fuiste abusivo, prejuicioso o diste tu opinión no pedida sobre el físico de alguien... ¡también te entiendo! Asumamos la responsabilidad de nuestros actos y dejemos más espacio a la empatía. Un sistema de creencias más inclusivo conduciría inevitablemente al cambio, basado en el hecho de que las normas sociales pretenden establecer un estándar de comportamientos que se consideren aceptables en la sociedad. Una sociedad respetuosa, diversa y empática llevaría en algún momento a integrar ese comportamiento en códigos, normas y, finalmente, leyes. "Yo misma nunca he podido averiguar con precisión qué es el feminismo: sólo sé que la gente me llama feminista siempre que expreso sentimientos que me diferencian de un tapete.” ― Rebecca West #Empathy #Equity #Equality #Womanhood #8M * Vazquez, R. (2020, March 19). Femicides in Mexico: Impunity and Protests [Policy Research Organization]. Centre for Strategic & International Studies. https://www.csis.org/analysis/femicides-mexico-impunity-and-protests
- "Paren el mundo, me quiero bajar!"
La frase que Mafalda nunca dijo, pero que ahora muchos podríamos estar pensando. La primera vez que leí esta conocida frase, que era atribuida a Mafalda*, yo tenía como 7 años, y me parecía graciosa. Me recordaba la sensación de estar en esos carruseles giratorios que había en el parque, y cómo mi hermano y mi primo - mayores que yo y mi prima- lo hacían girar tan rápidamente que sentía como si mi cabeza se fuera desprender del cuerpo (mientras me preguntaba quién había decidido que tal juego era divertido o seguro para niños). Así me imaginaba entonces que se sentiría Mafalda para decir algo así. Mafalda de Quino. Ahora, con el clima político actual, la exposición a información de manera inmediata, y lo random, y no, que es el contenido según los algoritmos de las redes sociales, me hacen entender a la perfección el sentir de mi historieta favorita. Que si la extrema derecha está cobrando fuerza en varios países del mundo, que si la oligarquía en Estados Unidos va a mil por hora, las deportaciones masivas, la falta de empatía, las señas de la xenofobía, las elecciones en Alemania, la población vulnerable en la franja de Gaza, la violencia sistematizada contra las mujeres… ¡Tantas cosas pasando a la vez! La mejor representación de lo aturdida que se siente mi mente, es el pasar 10 minutos haciendo ‘scroll’ en medios sociales. Brincar sin preámbulos de contenido creativo, reconfortante, alegre, a vídeos que captan grupos xenófobos, enmascarados y portando la bandera del facismo, presentándose en lugares públicos, así sin ningún sentido de historia mundial, sin ningún remordimiento moral. Después brincas al siguien hilo, y es un usuario de Telegram exponiendo un grupo de hombres organizados para abusar s+xualmente de mujeres co las que conviven diariamente. El siguiente hilo es un influencer regalando boletos para ir a Disneyland, y el siguiente es una guía para migrantes: “Conoce tus derechos, que hacer si te detiene un oficial de migración”.... Los hilos siguen y siguen. Y de “X” Twitter (en mi cabeza siempre será Twitter) mejor ni hablar, allí ya mejor ni asomarse, que los niveles de toxicidad están a la par de Chernobyl. En esta era en la que la información viaja rápido, y nos alcanza en donde estemos…creanme yo estaba muy contenta disfrutando de Threads, cuando el caso de Sean Puffy Combs me alcanzó, y desde entonces sigo buscando que el algoritmo me regrese a la seguridad del contenido creativo, arte, arquitectura, gente normal intentando que su thread tenga más de 10 reacciones.. Me encuentro en la disyuntiva de querer asomarme al mundo en que vivo, y también de cubrirme el rostro cuando se vuelve demasiado. Escucho las noticias con frecuencia, en Alemania es casi imposible subirse al carro y no escuchar las noticias del día. A veces las sigo también en medios electrónicos, intentando tener datos generales, al tiempo que pongo mi salud mental en la balanza y evito leer los detalles de las noticias más desgarradoras. Me encuentro en la disyuntiva de querer asomarme al mundo en que vivo, y también de cubrirme el rostro cuando se vuelve demasiado. Apoyándonos en nuestros talentos Recientemente, Jennine Jacob, una persona a quién sigo y admiro desde los tiempos de #IFB (Independent Fashion Bloggers), explicaba en un vídeo compartido en Threads cómo su sentido de la realidad está siendo cuestionado, y se pregunta cómo es posible que tanta gente pueda seguir su vida como si nada estuviera pasando en el mundo. “Yo no puedo pretender que todo está bien, cuando las cosas no están, bien. ¿Cómo me puedo mostrar a mí misma de una forma auténtica cuando todo el mundo está cambiando?”. Después procede a cuestionarse frente a la cámara, como puede ella despertarse cada día, intentar ser feliz o “conectar con lo que la hace feliz” (como una respuesta a los consejos de su grupo de conocidos, quiénes la motivan a construir o encontrar su propia felicidad). Jennine explica que al hacer lo que ella sabe hacer mejor, que es proporcionar consejos de estilo, de presentación personal, y más que eso ,(como ayudarlos a ser visibles y sentirse cómodos siendo ellos mismos, y con el poder de expresarse), ella le da sentido a su vida. Su argumento, muy conciso y muy bien presentado, resonó dentro de mí. En los últimos meses me encontrado con la dificultad para escribir, pintar hacer las cosas que más me gustan, o que considero mi aportación creativa a mi pequeño círculo. De cierta forma no encontraba una justificación real para la creatividad, la expresión, o hasta para la moda, cuando mi realidad, así como lo explica Jennine, está siendo cuestionada de forma latente. Estoy convencida de que por más mal que vayan las cosas a nuestro alrededor, es importante tomarse el tiempo para agradecer todo lo que si va bien, por más “sencillo” que parezca. Cuando parece que el mundo se cae a pedazos, agradece que tienes agua caliente en tu casa, que tienes una cama, que puedes hacer uso de tus sentidos, que amas a alguien, que alguien te ama… Y la lista sigue. ¿Y yo qué aporto? Es en encontrar el valor de nuestras pequeñas pero importantes aportaciones al mundo, que le damos un sentido a nuestra vida. Que más quisiera que un milagro ocurriera y que uno de los líderes políticos mundiales leyera uno de mis artículos y se pusiera en los zapatos quiénes somos migrantes, y trabajamos, pagamos impuestos, seguimos las reglas y buscamos hacer nuestras vidas de forma pacífica; y que de pronto su perspectiva cambiará. La posibilidad de que eso ocurra sea casi nula, pero eso no le quita nada a la gran probabilidad de que alguien en mi círculo de conocidos o alcance de este blog, lea el mismo artículo y se sienta comprendido, y tal vez menos solo. Así, aún cuando mis opiniones no vayan a directamente generar un acuerdo sobre políticas migratorias, tendrá un valor en el momento en que otras personas se sientan identificados. O tal vez, mi reel acerca de la realidad de vivir en Alemania y tener que acarrear la leña para la chimenea, haga sonreír a alguien que no este teniendo el más brillante de los días, y con ello el sentido de este blog, y sus materiales, vuelva a resplandecer. Cuando el mundo parece derrumbarse, y de pronto parezca que se puede sin más perder la fe en la humanidad, permítamos que nuestras acciones, y nuestro día a día sea un acto de esa bondad que tanto necesita el mundo. Como les platicaba acá, este blog inicio como un blog de moda, luego con diferentes altibajos personales, y cambios en lo que era mi realidad entonces, me decían que no eran tiempos para moda. Ahora recientemente, de nuevo sentía que no era momento para la creatividad, la expresión y el gusto por la vida, pero no podría estar más equivocada. Partiendo del discurso de Jennine, justamente ahora es que renuevo mi compromiso conmigo misma por resaltar el gusto (lease como amor, agradecimiento, joie de vivre, y más) por la vida.. que es parte esencial de este blog. Además de los talentos que cada uno de nosotros pueda compartir con el mundo, también está nuestra actitud, nuestra buena fe, humanidad, amabilidad ¡y hasta responsabilidad afectiva! Cuando el mundo parece derrumbarse, y de pronto parezca que se puede sin más perder la fe en la humanidad, permítamos que nuestras acciones, y nuestro día a día sea un acto de esa bondad que tanto necesita el mundo. Tal vez mis acciones no vayan a generar un cambio palpable en la política mundial, pero definitivamente puedo definir mi vida, ya sea por las decisiones que tome o que deje de tomar. Ahora bien, no estoy abogando por que permitamos atropellos, cuando sea necesario alzar la voz y poner un alto, por favor hagámoslo, esa también es una forma de aportar y apoyarnos mutuamente y moldear moldear nuestra realidad. De allí volvemos a centrarnos en lo que sí queremos, y cómo dar aquello que queremos recibir. En resumen, ante la incertidumbre de la política y economía mundial, y los altibajos de la vida personal, ve de lo general a lo particular. Evita la frustración de ese sentimiento de que hay mucho por cambiar o por lograr y que el alcance de tus acciones es limitado. Céntrate en en ti, reagrupa fuerzas, encuentra tu balance y sigue adelante. En las palabras del Dr. Wayne Dyer: La paz no es algo que acabas recibiendo cuando ralentizas el ritmo de tu vida. La paz es lo que eres capaz de ser y aportar a cada encuentro y acontecimiento en los momentos de vigilia de tu vida. Estar en paz es una actitud interior que puedes disfrutar cuando has aprendido a silenciar tu incesante diálogo interior. Estar en paz no depende del aspecto de tu entorno. Rara vez tiene que ver con lo que piensen, digan o hagan las personas que te rodean. Un entorno silencioso no es un requisito. A quiénes lean esto, y también estén en búsqueda de paz, positividad, y armonía no están solos. Es cuestión de poner atención en lo que desean, y eso encontrarán. *Fragmento de "Be the Peace" de Wayne W. Dyer: https://www.drwaynedyer.com/blog/tag/be-the-peace-and-harmony-you-desire/#:~:text=Peace%20isn't%20something%20you,silence%20your%20incessant%20inner%20dialogue . #LviBlog #blogger #Expresión #EnjoyingLife #LebenInDeutschland #VidaEnAlemania #Emociones #Vivencias
- Hola, ¡Bienvenidos!
13 años, dos mudanzas internacionales y una pandemia han pasado desde que inicié este blog. "Y un día después de la tormenta Cuando menos piensas, sale el sol" Mi código postal no es lo único que ha cambiado desde el 2009. A veces se siente como si el mundo entero hubiera cambiado. Los blogs llegaron, se multiplicaron y evolucionaron. Youtube y los Vloggers, crecieron exponencialmente, plataformas como Polyvore o LookBook fueron la inspiración de todo fashion blogger, para poco a poco quedar en deshuso, y abrirle paso a Snapchat, a los filtros, a TikTok, a los stories de Instagrams y ahora a los reels. Con la pandemina, la realidad se empezó a parecer a Birdbox , el cambio climático cade más como Don't Look up, mientras que la vida social era cada vez menos como en Friends y más como en Grace y Frankie en depresión. Count your Blessings Hubo quiénes buscaron oportunidades para ayudar en su comunidad, socializar con sus vecinos aunque fuera de balcón a balcón. Otros como yo, volcaron sus energías en pasar tiempo en familia, platicar más, jugar juegos de mesa, pintar y hacer todo tipo de manualidades, y de cierta forma "aprovechar" el encierro. La pandemia como oporturnidad de reinvertarse es una simplificación o incluso romantización de sus efectos. El confinamiento sacó a relucir lo mejor y lo peor de la humanidad. La novedad para la mayoría fue la llegada del #HomeOffice y las #ClasesenLínea. Hubo quiénes buscaron oportunidades para ayudar en su comunidad, socializar con sus vecinos aunque fuera de balcón a balcón. Otros como yo, volcaron sus energías en pasar tiempo en familia, platicar más, jugar juegos de mesa, pintar y hacer todo tipo de manualidades y de cierta forma "aprovechar" el encierro. Algunos buscaron mantener las conexiones con sus seres queridos através de Skype, Zoom, Whatsapp u otros medios sociales. Y también estuvieron los que se dedicaron a quejarse de la misma posibilidad de estar en casa, y de no poder hacer vida social, mientras consumían horas y horas de noticias sobre el virus. Lamentablemente a muchos otros la pandemia les trajó un encierro involuntario con esa persona que se dice familia pero cuyo única relación es la violencia o el abuso. Millones más, como fue el caso de muchos en México, no tuvieron la oportunidad de quedarse a salvo en casa, y tuvieron que seguir saliendo a trabajar como antes... pero ahora con más miedo que antes. Mientras en México se hacía fiesta con la llegada de las vacunas, en los países de primer mundo no faltaron quienes salieron a manifestarse en su contra. Fue extraño ver los dos lados de la moneda, e incluso escuchar en opioiones, justificaciones racistas acerca de porque en Latinoamerica la gente si muere de Covid y en países como Alemania no. La desinformación fue más viral que el mismo SARS2, y la falta de empatía o consciencia colectiva fueron igual de letales. Reinvención Nada como_______, para poner en perspectiva la vida personal ¿cierto? Por más chocante, estresante, incierta y fastidiosa que me ha parecido la pandemia, sigue siendo una excelente oportunidad para la introspección. Nada como una pandemia y sus nuevas realidades, para poner en perspectiva la vida personal ¿cierto? Intercambiemos las palabras una pandem i a por un divorcio ... Alguien dijo que divorciarse implica una extraña forma de luto en la que otra persona no se muere, pero que igual se siente... ¡y que razón tenía! Igual ha sido el caso de la segunda mudanza internacional , que bien ha servido para remarcar mis prioridades, todo aquello que amo de México, todo aquello que no tolero y me rehuso a aceptar como cotidianeidad (leáse como violencia, corrupción, injusticia y más), y ejercitar la habilidad para adaptarse al cambio. El arte de empacar e irse ¡La emoción y efervecencia de empezar de nuevo! Que en días todo es emocionante y... nuevo ( leáse con una connotación positiva). Pero también están los días que se siente como picar piedra. Bien me dijo Carmen, mi querida ex-jefa, que de la vida migrante lo primero que hay que aprender es a viajar ligero, con lo cual obviamente no se refería a la limitante de 23 Kilos de las aerolíneas Europeas, sino a esos pesos que luego aceptamos andar cargando en nuestra mente. Efectivamente, cada mudanza implica hacer un inventario de lo que tenemos, decidir que nos acompaña y que ya no. Igual habría que hacer con las emociones, con los recuerdos buenos y malos, y por qué no hasta con los traumas. La lógica en el consejo de estimada Carmen, acompañada su aclaración de que como migrante nunca se sabe a ciencia cierta cuando se regresa al terruño, resuena en mi mente. Aunque migrante o no, que necesidad de andar cargando lo que ya no nos sirve, sea una cazuela vieja o un desamor, o una creencia obsoleta. Volver, volver, volveeerrr Lvi 10 Aniversario En estos 13 años, Lvi cambió de imagen varias veces, fue variando en su contenido, y también tengo que aceptar que fue pausado y reabierto un montón de veces. Ya saben, ¡la vida adulta! Con cada cambio sustancial en la vida laboral, y hasta sentimental hubo momentos en los que esas ganas de expresión y de compartir cuanta ocurrencia cruzara mi mente, no alcazaron lugar en el conteo de prioridades. Ironicamente, todas y cada una de las veces que le puse pausa a este proyecto, al estar ya más tranquila y establecida en mi rutina; siempre hubo algún detallito o coincidencia que me recordara la importancia de hacer tiempo para lo que me gusta. Y pues igual pasó ahora. Ya con un par de años en mis nuevos rumbos, un conocimiento intermedio del idioma, y rutinas laborales y familiares establecidas, ¿qué creen que pasó? Me empezaron a llegar notificaciones de todos quiénes se pasaron por el sitio de #Lvi y nuestro Fanpage en Facebook, aún cuando no había nuevas publicaciones ni forma alguna de publicidad o difusión... Y yo que soy muy sonsacable, y que ya extrañaba estos rumbos virtuales, lo tome a reto. Entonces ¿es la misma gata pero rebolcada? Este blog tiene como antecedente los hace mucho tiempo exitintos espacios de MSN (si ¡ya llovió desde entonces!). En donde había de todo y de nada básicamente. Y en el 2009, gracias a la sugerencia del entonces novio fue que di el brinco a #Blogger y me decidí a centrar el blog en moda, algunas divagaciones existenciales, y todo aquello que podríamos categorizar como chascarrillos o "curisiodades". A la par de mi proceso de prueba y error en edición de todos, y un muy primitivo manejo de medios sociales, fui organizando el blog en categorias que incluían el casi inevitable outfit del día, Heroes y heroínas del mundo creativo incluídos diseñadores de moda, y sugerencias de estilo. Partiendo del hecho de que la moda es una forma de expresarse, que la creatividad va desde un meme muy bien contextualizado hasta una reconocida obra de arte, y que la vida es bella aún con el acecho de toda clase de males, como la depresión... ciertamente, ¡si es la misma gata! Tal como yo soy la misma LuceBuona del 2009 y no, porque cuantos logros desbloqueados he acumulado! ¡Logro desbloqueado, te has divorciado! ¡Logro desbloqueado, obtuviste una beca! ¡Logro desbloqueado,la depresión no se llevó lo mejor de ti! Ese tipo de logros que luego no se "presumen", o que no se festejan, en muchos casos que ni siquiera se dicen en voz alta ¡caray! Esos logros que implican un esfuerzo inmenso (al nivel de comprar una casa, poner un negocio o alcanzar un ascenso), y que cuyo principal recompenza es la salud mental. Así el bienestar emocional, encuentra su lugar en este espacio también, como parte del gusto por la vida. Sin más preámbulos, ¡Bienvenidos!
- Benson Boone y la era de los hombres encantadoramente vulnerables
Benson Boone, gracias. Gracias por esa actuación en los Grammys. Gracias por ese traje azul que te quedaba perfecto, por la camisa entreabierta con el nivel justo de descuido calculado, por esa voz que parece que nos está cantando directamente a la cara y, sobre todo, gracias por recordarnos que ser un hombre en el escenario ya no significa posar como si estuvieras en la portada de una fragancia con nombre en francés. Y gracias, por supuesto, por los saltos. Porque, ¿quién dijo que una balada no puede incluir piruetas y acrobacias? Un momento está entregando toda su alma en la canción y al siguiente está en el aire como si estuviera en un videoclip de los 2000. Pero lo mejor es que no lo hace con actitud de “miren qué impresionante soy”, sino con una energía juguetona y natural, como quien se lanza porque, bueno, ¿por qué no? Reales, vulnerables y rompiendo todas las reglas—estos chicos están cambiando el juego. Esa es precisamente la esencia de esta nueva generación de hombres en el entretenimiento: son guapos, talentosos, atractivos, pero sin la necesidad de imponerlo. Y sí, claro que saben que son deseados, pero lo llevan con una ligereza que antes no veíamos. No tienen miedo de mostrar sus cuerpos ni de convertirse en objetos del deseo, pero lo hacen sin la mirada intimidante del “caerás rendida ante mí”. No es el típico sex symbol de otras décadas, es un tipo que se ejercita, que se cuida, pero que no necesita vendernos la fantasía del macho alfa inalcanzable. Es más, incluso hablan abiertamente de sus dietas y rutinas de ejercicio sin tomárselo demasiado en serio, sin esa solemnidad de “mi cuerpo es mi templo”, sino más bien con la actitud de “bueno, sí, hay que hacer ejercicio, pero tampoco es el fin del mundo si un día me como una hamburguesa” (si, estoy hablando de ti Paul Mescal y tus súper short shorts y tus camisas de telas transparentes). Miren a Tom Holland, que perfectamente podría ser el clásico héroe de acción y, sin embargo, lo que más nos enamora de él es su torpeza adorable y su forma de hablar de su vida sin pretensiones. Ha entrenado muchísimo para ser Spider-Man, pero no necesita actuar como si fuera superior a los demás. Y cuando bailó Umbrella en Lip Sync Battle , lo hizo sin miedo, sin pensar en qué dirían sobre su masculinidad, sino simplemente porque era divertidísimo hacerlo. O Paul Mescal, ese hombre básicamente nos enseñó que con un short deportivo y una expresión de “no sé qué estoy haciendo con mi vida” puedes ser un símbolo de sensibilidad masculina. Shawn Mendes, quien pasó de ser el típico chico con guitarra a abrirse sobre su ansiedad y escribir cartas abiertas a sus fans hablando de sus miedos. Andrew Garfield, que no solo llora en entrevistas, sino que nos hace llorar con él. Y por supuesto, Jonathan Bailey (sí, el de Bridgerton , el de Wicked ), que nos ha demostrado que se puede ser seductor sin la necesidad de parecer que te han programado para ser un donjuán de película de los 90. Luego está Aaron Taylor-Johnson, quien bien podría haberse instalado en el papel del típico galán de Hollywood, pero en lugar de eso, ha llevado su vida personal con naturalidad, sin importarle lo que digan sobre la diferencia de edad con su esposa Sam, quien por cierto fue su directora en una de sus películas. Y lo mismo con Harry Styles, que juega con la moda, con la música, con los estereotipos de género y que no le molesta en lo absoluto que sus parejas sean mayores o más exitosas que él. Pedro Pascal es otro claro ejemplo. A pesar de ser mayor que todos los mencionados, su actitud sigue encajando con esta nueva era de hombres vulnerables y accesibles. Él mismo ha dicho que no se considera sexy, a pesar de que internet entero opina lo contrario, y lo maneja con un humor encantador. Su carisma está en su autenticidad, en su sencillez, en su capacidad de reírse de sí mismo sin perder nunca la elegancia. Estos hombres han cambiado las reglas del juego. No solo aceptan su vulnerabilidad, sino que la llevan con orgullo. No tienen miedo de ser deseados, pero tampoco de mostrarse torpes, sensibles o juguetones. No les incomoda en lo más mínimo estar con mujeres mayores, más poderosas o más exitosas que ellos. Y no necesitan mirarnos con la mirada hipersexualizada del pasado; en cambio, nos conquistan siendo ellos mismos. Así que, una vez más, Benson Boone, gracias. Gracias a ti y a todos estos hombres que nos recuerdan que la masculinidad puede ser muchas cosas, que la vulnerabilidad es atractiva y que sí, también podemos incluir una pirueta en medio del drama, porque, ¿por qué no?
- Limpieza de Invierno: Recuperando Espacios y Energía en tu Hogar
El invierno trae consigo la oportunidad perfecta para hacer una limpieza profunda en casa. Es ese momento en el que, con cada prenda doblada, cada juguete guardado y cada cajón reorganizado, nos damos cuenta de cuántas cosas hemos acumulado sin darnos cuenta. Este año, por ejemplo, me sorprendió la cantidad de cosas de mi hija pequeña que ya no usábamos: ropa de bebé, juguetes que quedaron atrás, biberones e incluso algunos muebles que ocupaban espacio sin propósito. Fue un proceso de soltar, de despedirme de cosas que alguna vez fueron esenciales pero que ya no tenían lugar en nuestro día a día. Saca todo lo que ya no uses, alguien más puede aprovecharlo y a ti sólo te quita espacio Si estás pensando en hacer tu propia limpieza de invierno, aquí te dejo algunos consejos para liberarte de lo innecesario y recuperar espacios en casa: 1. Hazlo por áreas No intentes limpiar toda la casa en un solo día. Ve por partes: empieza con los closets, luego la cocina, después la sala… Esto te permitirá enfocarte y tomar mejores decisiones sobre qué guardar y qué dejar ir. 2. Pregunta: ¿Lo he usado en el último año? Si una prenda, un utensilio de cocina o un objeto lleva más de un año sin usarse, es una señal clara de que no lo necesitas. Si además no recuerdas la última vez que lo usaste, entonces definitivamente es momento de decirle adiós. 3. Guarda lo sentimental, pero con medida No todo tiene que irse. Algunos objetos tienen valor sentimental, y está bien conservarlos, pero intenta que no sean demasiados. Un par de prendas de bebé pueden guardar recuerdos hermosos sin necesidad de conservar toda una caja llena de ropa que ya no tiene uso. 4. Dona, regala o vende Las cosas que aún están en buen estado pueden tener una segunda vida en manos de alguien más. Dona ropa y juguetes a organizaciones, regálalos a alguien que los necesite o véndelos si crees que pueden ser útiles para otra familia. 5. Disfruta el espacio recuperado Aquí viene la mejor parte: cuando terminamos la limpieza, nos damos cuenta de cuánto espacio ocupaban todas esas cosas. De repente, la casa se siente más ligera, más iluminada. Y con esos rincones libres, tenemos la oportunidad de crear algo nuevo para nosotras. Yo, por ejemplo, descubrí que tenía suficiente espacio para crear un pequeño rincón para pintar y trabajar en mis proyectos. Antes, ni siquiera me daba cuenta de que podía existir ese espacio para mí. Y eso es lo maravilloso de limpiar: no solo liberamos espacio físico, sino que también nos damos un respiro mental y emocional. 6.Ten a la mano todo tipo de cajas y recipientes para almacenar y organizar Siempre que encuentro una caja o canasta o recipiente con tapa que me pueda servir para ordenar lo guardo. Tengo que admitir que ya tengo una colección enorme pero, a las hora de organizar, me ha servido mucho. Desde cosas pequeñas como calcomanías, crayolas, listones o cajas más grandes para guardar libros o juguetes, todas esas cojas terminan por tener un uso. ¡No te deshagas de ellas! Ten a la mano todo tipo de cajas y recipientes para almacenar y organizar 7.Para motivarte acompaña la limpieza con tu música o podcast favorito o hasta un audiolibro, y recompensaré cada vez que hagas algún adelanto en la limpieza, cuando organices un clóset o una habitación completa, date un reconocimiento como un par de capítulos de tu serie favorita, un rico postre o una sesión de spa en casa. También ten a la mano tu bebida favorita mientras realizas tu limpieza para mantenerte hidratada mientras trabajas A veces cuesta mucho trabajo empezar o si quiera pensar en hacer una organización y limpieza del hogar. Casi siempre nos parece una tarea tediosa y aburrida, pero que tiene que hacerse. Te prometo que vale la pena porque al final recuperas no sólo el espacio de tu casa, sino hasta mentalmente una se siente más ligera. No importa si es invierno, verano o primavera, cualquier época del año es buena para hacerla. Así que anímate a hacer esa limpieza profunda. No solo despejarás tu hogar, sino que podrías estar abriendo la puerta a nuevas ideas, proyectos y momentos para ti misma. ¡Quién sabe qué encontrarás en ese rincón que ahora queda libre!