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¿Debería de sentirme culpable por no darle a mi hijo un hermano?

La pregunta obligada después de tener un hijo “¿y para cuando el siguiente?”. No creo que la gente lo haga por malicia, simplemente son las convenciones sociales con las que se mueve el mundo (un poco invasivas a mi parecer).


A veces pareciera que la vida adulta es como una receta de cocina que todo mundo debería de seguir: creces (a veces desde la infancia ya sueñas con ser madre y el número de hijos que tendrás, y claro, hasta los géneros y nombres que elegirás), estudias una carrera, trabajas, encuentras a alguien que tenga el mismo plan de vida que tú, te casas, tienes hijos, los ves crecer y vives feliz por siempre. En el caso de las mujeres puedes o no tener una carrera y desarrollo profesional ya que el cuidado del hogar y los hijos las sustituye. Esto no es ni bueno ni malo, simplemente cada quien tiene su propio camino y sus propias ambiciones.

Es este quizás el punto clave: todas somos diferentes, lo que hace feliz a una no lo hace a la otra, y cada quien tiene habilidades diferentes.


Al final del día la maternidad es una arte que se domina o no, aunque claro, dadas las circunstancias se puede desarrollar. Y la maternidad de más de un hijo definitivamente es cuestión de capacidades: económicas, personales, biológicas, sociales, contextuales… Pero hoy centrémonos en las personales (qué también van un poco de la mano con las económicas y tu red de apoyo). Es maravillosos ser madre y ver a tu pequeño crecer pero esto no significa que lo quieras, puedas, repetir. Quizás este es el secreto, por lo menos desde mi perspectiva, para disfrutar de la maternidad: el saber que cada etapa pasará, que no volverá a repetirse y que debo disfrutarla al máximo (y esto no quita incontables momentos de agotamiento, frustración, duda y miedo en cuanto a ser madre se refiere).


Hay que tener en cuenta que es lo que podemos darle a nuestro(s) hijo(s) sin dejarnos de lado a nosotras mismas y las cosas que nos importan además de la maternidad: nuestra carrera, nuestro desarrollo personal, metas, sueños, relaciones sociales, nuestro matrimonio, nuestra relación con familiares,… pero, ¿cómo saber cuál es tu capacidad como madre? Hay que saber observarnos, si nos conocemos sabremos más o menos cuál es nuestro límite: en mi caso nunca me gustaron mucho los niños pequeños, ni siquiera de niña, me aburrían y no me llamaban la atención. Cargué un total de 5 bebés (más por fuerza que por gusto) en toda mi vida antes de convertirme en mamá a los 37 años. Aunque tengo que admitir que siempre hubo una parte de mi que quería ser mamá. Nunca fue un “si!” 100% seguro, pero tampoco fue un “no!” rotundo.


Hoy, con todo y los momentos difíciles, porque en definitiva, ser madre es una de las cosas más difíciles que he hecho, no me arrepiento de mi decisión de ser mamá. Aunque si tengo bien en cuenta que, casi con seguridad y después de haber experimentado por cierto tiempo la maternidad, mi capacidad como madre es esta: un hijo. Dos me convertirían en alguien que no quiero ser, esa mujer cansada y de malas que no hace más que sobrevivir. Esta versión de mi existe y a veces se asoma cuando la vida se complica y circunstancias ajenas a mí me causan más estrés y cansancio del normal, y, cuando esta versión de mi aparece, me siento triste y culpable por no ser capaz de darle a mi hija la mejor versión de mi todo el tiempo (la culpa siempre presente en la maternidad). Pero sé que esto no es posible, no puedo ser la mejor mamá todo el tiempo porque nadie lo es, porque somos personas y nos cansamos y tenemos días buenos y malos, aunque no tengamos hijos.

Y creo que la mejor versión de persona entiende que, por el momento, tener un segundo hijo sería para mí un enorme estresor que me convertiría en esa persona cansada y enojada, y que esto no sería justo para nadie, especialmente para mi hija y para mi. Después de todo tener hijos no es una obligación, es una vocación, una capacidad.


Debemos aprender a abogar por nosotras mismas, reconocer nuestras limitaciones y sostener nuestra decisiones con convicción y fortaleza. Actuar desde nosotras mismas y no desde lo que otras personas (familiares, parejas o la sociedad en general) espera de nosotras.

También hay que considerar que para muchas la maternidad no es una decisión segura y es normal dudar, y yo te diría que si estás dudando sobre ser madre o no analices tu situación: si te encuentras en un punto de tu vida en el que cuentas con estabilidad (económica, afectiva, profesional, social…) y tengas esta inquietud de ser mamá lo intentes, siempre tomando en cuenta que las cosas a veces no salen como esperamos, pero sabiendo que experimentar la maternidad en carne propia es una experiencia maravillosa.


La maternidad te cambia en todos los aspectos, te hace sacar fuerza que no sabias que tenías, te redefine a ti y a tus metas, y te brinda nuevas perspectivas. En mi opinión como alguien que nunca tuvo un “sí!” seguro sobre ser madre te diría que, con todas sus complicaciones, ser mamá es algo de lo que no me arrepiento, aunque lo más seguro, es que no lo volvería a hacer.


Conócete a ti misma, e identifica tus límites y, si crees que es para ti, lánzate a la aventura de ser mamá, y cuando pasen los días de agotamiento y agobio te sorprenderás de todo lo que has logrado. Y recuerda que nunca nadie está 100% listo para convertirse en madre porque nadie sabe realmente en lo que se está metiendo, es un viaje salvaje pero que al final se disfruta y vale la pena.


Una madre joven, y su niña pequeña, sentadas frente a un mar azul, en calma, admirando la arena, el paisaje y los colores
Una mamá y su niña pequeña sentadas frente al mar azul

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Comentarios (1)

LuceBuona
LuceBuona
Administrador
27 de jul. de 2023

I was in tears even before playing the video! Recently started watching Bluey and to be honest I am saviouring every episode, making sure not to rush through them. Luce as a kid would have love it too! Without all the sometimes extreme drama cartoons such as "Candy", "Peline" and the anime series called in Spanish "La Ranita Demetan" displayed. I also remember feeling sad and stressed after watching some of them...But Bluey is so not like that. I am sure this is appreciated by kids and parents equally. Cheers to all healthy, innocent and non invasive copying mechanisms! And thanks for sharing this one! 😍

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